De manera peculiar el Museo Tatsugoro ha sido escenario de diversas sesiones fotográficas, constantemente lo visitan para integrar en su toma a los arboles bonsái, en el caso especial de las personas que hacen yoga, encuentran cierta identificación con los arboles ya que pasan por un periodo de transformación y constante cambio como para ellas el cuerpo humano en la trasmutación de energía al realizar diferentes posturas.
Hoy en día, es común que las futuras madres acostumbren sesiones maternales, inmortalizar el dulce recuerdo de la espera de sus hijos y ser parte de ese bello momento nos alegra.
En otras ocasiones hemos dado la bienvenida a pequeñines disfrazados de sus personales favoritos, al ver los bonsáis de un tamaño diminuto, los hace sentir como en un bosque encantado, dando rienda suelta a su imaginación y a curiosear por doquier.
Otro momento memorable que vivimos son las sesiones de novios, la unión de diversas parejas siendo representadas por el símbolo de inmortalidad de un bonsái.
Finalmente una de las tradiciones más importante que celebramos el 2 de noviembre en México es el tradicional día de muertos, donde se cree que los fieles difuntos regresan del más allá a degustar sus platillos favoritos y a visitar a sus seres queridos que tanto los extrañan y quieren.